Los programas de profilaxis previa a la exposición (PrEP) deben identificar e incluir a las personas con alto riesgo de contraer VIH para lograr los resultados deseados. Avanzando en esta dirección, el proyecto de demostración de la PrEP en México (ImPrEP) buscó ofrecer profilaxis a dos poblaciones clave: gais y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transgénero.

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En el análisis que se realizó, se seleccionó a mujeres transgénero y HSH en cuatro centros de estudio ImPrEP, quienes completaron un cuestionario sobre los factores de riesgo del VIH. Las personas con alto riesgo de contraer VIH se definieron al informar al menos uno de los siguientes criterios: sexo anal sin preservativo, sexo transaccional, pareja que vive con VIH o infección de transmisión sexual.

 

Para constatar si los cuatro criterios identificaban efectivamente si la persona se encontraba en alto riesgo de contraer VIH, se estableció un puntaje según estos criterios y se los comparó con otros siete comportamientos de riesgo informados utilizando el modelo de Poisson. Además, entre las personas con alto riesgo de contraer VIH, se evaluó la proporción de incluidos, sin seguimiento y excluidos (considerados de bajo riesgo, según el equipo, a pesar de estar en la categoría de poblaciones vulnerables al VIH). Finalmente, mediante modelos logísticos se compararon los comportamientos sociodemográficos y sexuales de los incluidos con los sin seguimiento y excluidos.

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Se seleccionó un total de 2518 candidatos (2417 HSH y 101 mujeres transgénero). Solo 137 (5 %) no informaron ninguno de los cuatro criterios para definir a las personas con alto riesgo de contraer VIH. El modelo de Poisson confirmó que una puntuación más alta según los cuatro criterios se encontraba asociada a otros factores de riesgo, como tener más parejas masculinas y tener sexo anal sin preservativo con más frecuencia. 

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Específicamente de las personas consideradas en alto riesgo de contraer VIH, se incluyó a 1701 (72 %), 351 (15 %) no tuvieron seguimiento , 247 (10 %) fueron excluidas y 82 (3 %) presentaban contraindicaciones médicas para la toma de profilaxis. Las probabilidades de exclusión fueron mayores para aquellos que informaron relaciones con una pareja sexual que vivía con VIH. Las probabilidades de no contar con seguimiento fueron menores para las personas mayores de 25 años y mayores para las mujeres transgénero.

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El estudio concluye que los cuatro criterios adoptados resultaron útiles para identificar e incluir a las personas en alto riesgo de contraer VIH, pero reconoce que evaluar ese riesgo requiere más que formular cuatro preguntas. También señala que es necesario establecer estrategias para evitar que se deje de dar seguimiento a quienes se encuentran en mayor estado de vulnerabilidad (mujeres transgénero y jóvenes).