La crisis económica venezolana generó una ola migratoria sin precedentes. Según estimaciones del Banco Mundial, Perú alberga alrededor de 1,2 millones de inmigrantes venezolanos. Sin embargo, poco se sabe sobre el perfil epidemiológico de los inmigrantes de ambas poblaciones clave: gais y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transgénero, quienes pueden tener un alto riesgo de contraer VIH debido, en parte, a las desafiantes circunstancias sociales y económicas.

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Desde mayo de 2018 hasta febrero de 2021, los participantes del estudio ImPrEP completaron un cuestionario estructurado sobre comportamientos sexuales y se les realizaron pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH para determinar la elegibilidad para los servicios de profilaxis previa a la exposición (PrEP). Todos los participantes eran HSH o mujeres transgénero mayores de 18 años y dieron su consentimiento informado. Se compararon las características sociales y conductuales entre los voluntarios que dieron positivo en la prueba de VIH y, por lo tanto, no eran elegibles para el uso de la PrEP. 

 

De los 2526 participantes seleccionados, 623 (24,7 %) eran inmigrantes, de los cuales 590 (94,7 %) procedían de Venezuela. De toda la población estudiada, 74 (11,9 %) vivían con VIH y eran venezolanos. Comparando los voluntarios evaluados por ImPrEP, los venezolanos tenían el doble de prevalencia de VIH en comparación con los peruanos (12,5 % vs. 6,8 %). Incluso en la comparación entre participantes de Perú y Venezuela, entre quienes viven con VIH, los venezolanos eran mayores y educados, reportaron tener sexo anal sin preservativo con parejas que vivían con VIH y que realizaban trabajos sexuales.

 

Según los investigadores, la crisis migratoria venezolana exige políticas y servicios de salud adecuados para una adecuada recepción. Los hallazgos del estudio sugieren que la prevalencia del VIH entre los HSH y las mujeres transgénero de origen venezolano es alta, y que la participación en trabajos sexuales y conductas de riesgo asociadas al VIH son comunes en este grupo vulnerable. Las pruebas, el tratamiento del VIH y las herramientas de prevención del virus, incluida la PrEP, deben estar disponibles en el programa de salud pública.